En éste sentido, es importante indicar que
cuando una pareja se rompe, es posible que por el camino queden
los hijos. El sentido de hacer terapia de pareja en una ruptura
no es pensar en los miembros de la pareja en sí (aunque
también), sino precisamente en que sus miembros adquieran
determinadas habilidades con el objetivo de que la relación
con los hijos no se vea perjudicada, todo ello en su interés
y en que al final, los hijos no sean quienes pagan los errores
de los padres.
En otro orden de cosas, el objetivo de la terapia
de pareja también puede ser unir a la pareja puliendo detalles
y problemas subyacentes (celos, infidelidades, diferencias, etc.)
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PROCESO DE INTERVENCIÓN:
1. EVALUACIÓN
En caso necesario, se hará
evaluación de personalidad y cribado de psicopatología
por si estuviera afectando al desarrollo de la pareja. Las pruebas
de personalidad pueden ser interesantes para confrontarlas con los
miembros de la pareja. En este caso, la prueba que se pasa por defecto
tanto en el Gabinete de Oviedo como en el el Gabinete de Psicología
Aplicada y Análisis de Conducta, en Gijón, es el 16PF.
Junto a las mencionadas pruebas, se hace una valoración o
Análisis Funcional de la Conducta de los respectivos miembros
así como otro tipo de valoraciones que procedan relacionadas
con los hijos, contexto social y cultural, etc.
2. INTERVENCIÓN
La intervención se basa en
la filosofía del controlo positivo. Si el objetivo es promover
que la pareja siga junta, los sucesos pasados con connotaciones
negativas no ayudan, por lo que la primera premisa es prescindir
de ellos. La estructura de la intervención, aunque rígida,
se pretende que sea amena e incluso divertida. La intervención
que se provee tanto en Oviedo como en Gijón está basada
en 3 fases diferentes, con un número de dos sesiones por
fase. Se incide en la conducta coercitiva y reciprocidad positiva,
en las técnicas de comunicación y en la negociación
y resolución de problemas. Tal como se ha comentado, se trata
de una intervención extremadamente estructurada pero que
a la vez permitirá cierta flexibilidad en relación
a la problemática particular que presente la pareja.
Parecida estructura llevará
la intervención si la pareja decide separarse. Eso sí,
tal como también se ha comentado antes, teniendo en mente
que el objeto de protección principal en este caso no es
la pareja en sí, sino los hijos menores de edad, por lo que
toda acción llevada en este sentido tiene por objeto que
la pareja se rompa sin traumas, a la vez que los hijos perciben
que la familia se ha roto, pero que el padre y la madre siguen ahí
ejerciendo en su condición
3. RETEST Y CONTROL
A medida que avanza la terapia y se
van consiguiendo los diferentes objetivos, se procederá a
efectuar medidas de control para operativizar y hacer visibles,
de un modo empírico, los cambios.
3. FINALIZACIÓN DEL PROGRAMA
Una vez que la persona haya conseguido
sus objetivos, se dará por finalizado el programa. A partir
de este momento, se harán citas periódicas que se
alargarán en el tiempo. Dichas citas de control serán
mensuales, trimestrales y anuales, no siendo necesario acudir a
consulta. |
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